Me encuentro tumbado en la cama, a mi izquierda un cenicero con medio cigarro a consumir junto a un vaso de whisky. Enciendo el portátil, necesito escribir, dejar que mi mente se libere, poner letra tras letra y que estas letras hagan una palabra y que estas palabras hagan una frase con sentido. Miro a mi izquierda buscando el vaso para dar otro trago, el humo que sale del cenicero tiene forma de mujer, por lo menos es lo que mis ojos quieren ver. Observó como la figura de niebla se acerca a mí, en ese momento pienso si me estaré volviendo loco o el alcohol consumido ya está llegando a mi cerebro y nublan mi razón, haciéndome ver aquella figura femenina que se encuentra frente a mí. La silueta acerca una mano a mi cara y me toca y noto como todos los pelos se me erizan. No siento miedo solo calidez, su cara se va dibujando y veo un hermoso rostro que acerca sus labios a los míos. No sé si besar el humo, ya que tengo miedo de que desaparezca, pues el solo roce de mis labios puede hacer que se diluya. Antes de poder reaccionar un soplo de aire entra por la ventana y esta se desvanece. Maldito aire que me sirves para respirar pero que borraste mi figura de humo. Me quedo quieto, pensando si tendría que escribir sobre esto, no lo hago apago el ordenador, me tumbo en la cama y pienso que mañana será otro día.
Si te fumas un cigarro Bisonte el humo se queda ahí.
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