Gustave Doré ( Ilustrador )

 




Paul Gustave Doré ( 1832-1883 ) fue un artista alsaciano francés, pintor, escultor e ilustrador, considerado en su país el último de los grandes ilustradores e internacionalmente uno de los más famosos ilustradores del siglo XIX.

​Entre sus trabajos más notables pueden citarse las ilustraciones para El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la Biblia (1865) y la Divina comedia, que fueron la imagen clásica que generaciones de lectores, artistas y directores de teatro y cine tuvieron de ellas hasta finales del siglo XX.






Nacido en Estrasburgo, a la edad de quince años consiguió un contrato con Charles Philipon para que este le publicara una litografía por semana. Luego se le encargaron trabajos sobre François Rabelais, Honoré de Balzac y Dante Alighieri, haciendo que, aún muy joven, cobrase más que su contemporáneo Honoré Daumier.

En 1853 ilustra algunas obras de Lord Byron, que le abren las puertas para ilustrar a otros escritores de habla inglesa, entre ellas El cuervo de Edgar Allan Poe.






En 1862 viajó por España con el barón Davillier. Fruto de ese dilatado viaje, al año siguiente se publicaría una serie de crónicas sobre Valencia, Galicia, Andalucía. La obra se incluyó en la colección Le Tour du Monde. En esa misma década de 1860, Doré ilustró una edición francesa de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, partiendo de su experiencia vital en la geografía española.​

El éxito de una nueva versión de la Biblia, ilustrada en 1865, le sirvió de tarjeta de presentación para hacer una gran exposición de sus obras en Londres, de la que saldría la Doré Gallery en New Bond Street.






Doré firmó un contrato de cinco años con la editorial Grant & Co. Eso implicaba que tenía que pasar al menos tres meses al año en Londres. Cobró la suma de 10 000 libras esterlinas (160 000 dólares aproximadamente) por año. El libro London: A Pilgrimage, con 180 grabados, fue publicado en 1872. Aunque fue un éxito comercial, a buena parte de los críticos no les gustó la publicación, escandalizados por el hecho de que Doré mostrara en su obra la pobreza existente en Londres. 

Falleció después de una breve enfermedad el 23 de enero de 1883 y fue sepultado en el Cementerio del Père-Lachaise de la capital francesa.







Dotado de una enorme capacidad de trabajo, puso en imágenes la obra esencial de clásicos como Dante, Cervantes, La Fontaine, Rabelais, Balzac, Edgar Allan Poe... Además de su fantasía, destaca por su vertiente de cronista social, en sus grabados para Londres o en las escenas de sus viajes. Así por ejemplo, en Un peregrinaje (1872), con texto de Blanchard Jerrold, Doré presenta a través de imágenes casi realistas los suburbios del Londres de la época industrial. Una de estas lúgubres visiones, La cárcel de Newgate: el patio de ejercicios, fascinaría años más tarde a Van Gogh, que la pinta en 1890.



Publicar un comentario